Una vez un amigo me dijo: "la cosas nunca salen como uno quiere, por eso hay que tener preparados varios finales" y yo le dejé caer un café encima. (Siempre he sido rara a la hora de cuidar a mis amistades). No siempre sé cómo mirar; a veces me descentro y otras veces pongo la vista al frente y no hay quien me pare. Pero siempre me acompaña esa sensación de fragilidad, un mal presagio de derribo, un sueño es forma de ruinas.
Siempre temo lo peor, y hay nubes que son más espesas que la sangre. Hay un miedo que me agarrota las huellas y otro miedo que me sostiene.
Hay días en que las noticias nos arrastran por lugares infames, a olvidados mundos, a grietas irreparables en la tierra y vidas que intentan con uñas y dientes ser vidas. Pero hay otros días en que el periódico te despedaza, palabras y letras y fotos que son imposibles, pero no te queda otra cosa que terminar por creerlas. He querido decir a mi familia cuánto me ha dolido hoy el periódico y no he podido. Se me ha anudado una lágrima en la garganta, y hoy no sé cómo mirar, porque este final era imposible, no lo tenía nadie preparado.
martes, 14 de julio de 2009
martes, 7 de julio de 2009
ya no dolerá dejarse ver bajo la tormenta
me cruzará de lado a lado un rayo
partiéndome en dos su luz
no bastará haber mirado a los ojos del vicio
si las manos se desencajan en el ruido
agua que corroe pero cura
otro cielo
más grande
otro grito valiente
otro vuelo
qué más da que no me queden recuerdos
que no alcazase la cima
que se me rompan los labios
habrá que poner la vista al frente
llenarnos los párpados de lluvia
clamar al viento
y empezar de nuevo
ya no te espero
me cruzará de lado a lado un rayo
partiéndome en dos su luz
no bastará haber mirado a los ojos del vicio
si las manos se desencajan en el ruido
agua que corroe pero cura
otro cielo
más grande
otro grito valiente
otro vuelo
qué más da que no me queden recuerdos
que no alcazase la cima
que se me rompan los labios
habrá que poner la vista al frente
llenarnos los párpados de lluvia
clamar al viento
y empezar de nuevo
ya no te espero
miércoles, 24 de junio de 2009
consumir preferentemente antes de...
es inminente
dejaré mis huellas en otro lugar
cambiaremos de escena
abriremos los brazos
cerramos los ojos
y todo habrá terminado
es irremediable
en dos sentidos
con los cinco sentidos
no hay menera de romper el rumbo
cada vez más difícil
cada vez más cerca
ya mis huellas adelgazan este camino
y el próximo escenario es resbaladizo
dejaré mis huellas en otro lugar
cambiaremos de escena
abriremos los brazos
cerramos los ojos
y todo habrá terminado
es irremediable
en dos sentidos
con los cinco sentidos
no hay menera de romper el rumbo
cada vez más difícil
cada vez más cerca
ya mis huellas adelgazan este camino
y el próximo escenario es resbaladizo
martes, 9 de junio de 2009
Varios días después
Sigue el humo ocupando el hueco de la mano. No hay otra manera de agarrar los sueños; tan ligeros y tan blancos. No sé si volver a esta ventana me devolverá el temblor a las uñas, o simplemente será otro viaje de horizontes cerrados. Qué pena no poder correr hacia tu espalda y colgarme de tus huidas. Qué rabia no saber de dónde cogerme, por dónde agarrarte, cómo morirme.
El vaso quiere anunciar el final de alguna cosa que yo no entiendo, y te lo cuento, pero no sé qué palabras decirte para que creas que entendí todo desde el principio. Será mejor dejarlo aquí, donde todavía hay un posible punto de retorno, un camino de regreso.
El vaso quiere anunciar el final de alguna cosa que yo no entiendo, y te lo cuento, pero no sé qué palabras decirte para que creas que entendí todo desde el principio. Será mejor dejarlo aquí, donde todavía hay un posible punto de retorno, un camino de regreso.
domingo, 17 de mayo de 2009
lunes, 11 de mayo de 2009
Siempre he sentido algo parecido a la obsesión cuando me hablaban de futuro.
Siempre he querido tenerlo todo atado, amarrar cada duda.
Me entretenía mirando los posos del café
descifrando nuestras tardes perdidas,
pero nunca he sabido conjugar ciertos colores.
Temí romper ventanas al abrir las puertas de la vida;
nada puede durar,
y las lágrimas siempre anuncian párpados de tristeza.
Hasta el punto de la locura he llegado por no sentir dolor,
por tener una red en tiempos de lluvia.
Pero no hay suficiente estrategia para romper el frío.
Nada nos puede salvar cuando la tormenta nos coge sin refugio
y desnudos.
Ya es hora de abrir puertas sin pensar en las ventanas.
Siempre he querido tenerlo todo atado, amarrar cada duda.
Me entretenía mirando los posos del café
descifrando nuestras tardes perdidas,
pero nunca he sabido conjugar ciertos colores.
Temí romper ventanas al abrir las puertas de la vida;
nada puede durar,
y las lágrimas siempre anuncian párpados de tristeza.
Hasta el punto de la locura he llegado por no sentir dolor,
por tener una red en tiempos de lluvia.
Pero no hay suficiente estrategia para romper el frío.
Nada nos puede salvar cuando la tormenta nos coge sin refugio
y desnudos.
Ya es hora de abrir puertas sin pensar en las ventanas.
domingo, 19 de abril de 2009
Dos veces vida
viernes, 3 de abril de 2009
Cuatro
Abril era un presagio
y ha querido arder,
pero sólo nos ha dejado
frío en la mirada,
una mañana limpia
y un nudo de escarcha en las manos.
No he querido correr.
No he sabido parar.
Todo ha sido lento
y todo ha pasado despacio.
y ha querido arder,
pero sólo nos ha dejado
frío en la mirada,
una mañana limpia
y un nudo de escarcha en las manos.
No he querido correr.
No he sabido parar.
Todo ha sido lento
y todo ha pasado despacio.
Ni una esquina de mis promesas
resultó ser verdad.
Abril ya no es flor.
Abril ya no es incendio.
Ni calor.
Ni fuego.
Ni futuro.
Abril ya no es vicio.
No tengo fuerzas.
Y el silencio es este viernes de un mes atroz.
resultó ser verdad.
Abril ya no es flor.
Abril ya no es incendio.
Ni calor.
Ni fuego.
Ni futuro.
Abril ya no es vicio.
No tengo fuerzas.
Y el silencio es este viernes de un mes atroz.
martes, 31 de marzo de 2009
Cruce de caminos
Habían cambiado de tal manera en tan poco tiempo y se estaban convirtiendo tanto en las personas que nunca fueron... que, aun estando juntos, empezaron a echarse de menos.
viernes, 20 de marzo de 2009
Veinte euros
Fue la primera vez que pidió dinero a cambio de sexo. Subió a aquel coche con la sensación de estar dejando la vida afuera, tras el vaho de las ventanas que no dejaban ver ni las sombras de la calle. Cuando la mano de aquel tipo agarró su nuca con una fuerza casi camuflada en ansia, no sintió el miedo que requería aquella situación. Su cabeza se acercó con rapidez a la urgencia de un pantalón y todo pasaba deprisa. Nada era tan difícil como pensó que aquello debía ser.
Lo malo vino después, cuando todo acabó y el tipo sacó del bolsillo dos billetes y los dejó caer sobre sus piernas. Salió del coche y la vida que encontró allí ya no era la vida que ella había dejado afuera; era otra cosa. Y allí de pie, mientras veía como el coche se alejaba, y con el puño cerrado y el dinero arrugado, empezó lo peor, empezó a empequeñecer. Se sintió pequeña, diminuta, insignificante. Un extraño vértigo se apoderó de su cuerpo, y las imágenes de aquel tipo empezaron a empapar sus retinas para dejarlas allí de por vida. Ella era en aquel momento la chica más pequeña de mundo y su dolor el más grande. Y supo que, a pesar de todo, aquélla no sería la última vez.
Lo malo vino después, cuando todo acabó y el tipo sacó del bolsillo dos billetes y los dejó caer sobre sus piernas. Salió del coche y la vida que encontró allí ya no era la vida que ella había dejado afuera; era otra cosa. Y allí de pie, mientras veía como el coche se alejaba, y con el puño cerrado y el dinero arrugado, empezó lo peor, empezó a empequeñecer. Se sintió pequeña, diminuta, insignificante. Un extraño vértigo se apoderó de su cuerpo, y las imágenes de aquel tipo empezaron a empapar sus retinas para dejarlas allí de por vida. Ella era en aquel momento la chica más pequeña de mundo y su dolor el más grande. Y supo que, a pesar de todo, aquélla no sería la última vez.
jueves, 19 de marzo de 2009
martes, 10 de marzo de 2009
No.
No fue fácil.
Ni siquiera fue suficiente.
Fueron muchas palabras
pero dejé vacíos demasiados renglones.
Cruzamos miradas
y yo quería cruzar caminos.
Y no.
No bastó.
Tropecé cada día con la sombra del deseo
y ni de lejos toqué la materia.
Absorbí lo inútil y lo hice futuro.
Remendé los sueños para hacer un mapa
donde perderme, y tampoco fue bastante.
Los ojos se hicieron laberinto
de donde no se encontraba ni luz.
Y las manos;
heridas,
heladas,
dormidas.
Para hablar lloré.
Todo escapó a la esencia.
Todo era mentira.
Los labios conjugaron ilusiones
que el viento arrasó.
Y no quedó nadie.
No quedó luna.
Ni nanas,
ni miedos,
ni nada.
No fue fácil.
Ni siquiera fue suficiente.
Fueron muchas palabras
pero dejé vacíos demasiados renglones.
Cruzamos miradas
y yo quería cruzar caminos.
Y no.
No bastó.
Tropecé cada día con la sombra del deseo
y ni de lejos toqué la materia.
Absorbí lo inútil y lo hice futuro.
Remendé los sueños para hacer un mapa
donde perderme, y tampoco fue bastante.
Los ojos se hicieron laberinto
de donde no se encontraba ni luz.
Y las manos;
heridas,
heladas,
dormidas.
Para hablar lloré.
Todo escapó a la esencia.
Todo era mentira.
Los labios conjugaron ilusiones
que el viento arrasó.
Y no quedó nadie.
No quedó luna.
Ni nanas,
ni miedos,
ni nada.
domingo, 22 de febrero de 2009
Un paso al frente o vivir a tientas.
Escupir la palabra o dudar.
Perseguir la inercia o planear cada secuencia.
Soltar lastre o echar anclas.
Buscar la fuente o morir de sed.
Abrazar la oportunidad o cerrar los puños.
Apostar al doble o nada o retirarse a la de tres.
Sonreír o llorar.
Mirar desde el balcón o saltar por la ventana.
Bailar o tumbarse.
Tentar a la suerte o cerrar los ojos.
Exprimir el cuerpo o vestirlo de pudor.
Salir al encuentro o esperar un suceso.
Coger aire o aguantar el tipo.
Mostrar la herida o salir ileso.
Vencer el miedo o dejarse morir.
Escupir la palabra o dudar.
Perseguir la inercia o planear cada secuencia.
Soltar lastre o echar anclas.
Buscar la fuente o morir de sed.
Abrazar la oportunidad o cerrar los puños.
Apostar al doble o nada o retirarse a la de tres.
Sonreír o llorar.
Mirar desde el balcón o saltar por la ventana.
Bailar o tumbarse.
Tentar a la suerte o cerrar los ojos.
Exprimir el cuerpo o vestirlo de pudor.
Salir al encuentro o esperar un suceso.
Coger aire o aguantar el tipo.
Mostrar la herida o salir ileso.
Vencer el miedo o dejarse morir.
miércoles, 11 de febrero de 2009
Pequeños y grandes males
Es ese humo descalzo de pasado el que me azota en la cara, me advierte del sueño y no dice más. Habrá que arrancar de aquí los malos presagios, llorar las mentiras, alzar los vasos y volver a empezar. Voy a ir hasta el mismo lugar en que el punto final se me escapó entre las manos. Voy a llenar las paredes de palabras inservibles y recuerdos ahogados. Arañaré la distancia, haré puentes de plástico. No llores, no grites, no tengas miedo; ya de nada sirve. La niebla, la puta niebla siempre al acecho; cegando, mordiendo. Ya ni lunas ni estrellas estrechan los lazos de la noche, porque ya nada estrecha el silencio de la noche. Hay un millón de juegos a los que no jugaste y cuentos de los que no tienes ni idea de su final. No seré yo quien te los cuente. No. Un agujero en tu retina retiene toda la luz del mundo, y toda esa luz eres tú. Carne de deseo, carne invisible de deseo, carne invisible y lejana de deseo. El final.
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