Pierdo un latido
siempre que hago repaso.
Nada cuadra,
todo tiene el color
de una noche ensangrentada.
La vida, como presente,
tiene un sabor insensato,
un corazón dolido
pero indolente.
Tiene la luz de esta tarde
poco misterio,
todo se nubla,
nada se enciende.
Las huellas que deja el viento
son abrazos de esperanza,
pero hay una respuesta que no tengo
a una pregunta que duele.
No existe un cielo
cuando todo parece próximo al desastre.
Todo pasa, y nada sucede.
Y me encuentro con frío,
y sin llaves.
Mal asunto.
Mal balance.
domingo, 15 de junio de 2008
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
Un placer leerte, animo con el blog. Un saludo.
Veremos cómo va el despegue, gracias por el comentario, entenderás que me haya hecho ilusión. Y espero que no estés sólo de paso.
Me pasaré por tu ciudad.
Publicar un comentario