Quizá debí haber sido otra
en aquel rincón de la tarde.
Pude haber trazado
otra línea divisoria,
pero hasta eso hubiese sido peor.
Había un lagarto,
dos miradas,
tres sonrisas
y un bastón.
De poco servían.
Se juntaron en el aire
gruñido y voz,
pero todo era de un aliento afónico,
de un aviso sordo y desdentado,
de un futuro atroz.
No saber qué es exactamente lo que necesitas,
ni siquiera saber el color de la piel de la contienda.
De qué tiendes miedo.
Muerde.
Aprieta.
Despierta.
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3 comentarios:
Estás construyendo un octubre con todas las letras, un octubre que tiembla un poco, que susurra en grito y, a la vez, tiene colores de otoño, de té caliente.
Octubre raro, como poco.
Yo voto porque Octubre es raro para todos, ya sabes..."mal de muchos...", para mi siempre es el comienzo de año (Enero no), mis propósitos de enmienda, los proyectos... todo lo que casi todos los entes de este mundo se plantean en Enero, yo me los proyecto de Octubre en adelante; así que ¡imagina! mes espeso y con clima extraño...
Me gustó tu poema, no saber el color de la piel de la contienda hace un tiempo me preocupaba, ahora ya no.
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