lunes, 26 de marzo de 2012

Primavera viento



El sabor a café templa la boca de la mañana
en esta primavera viento.
Silban las hojas de los árboles
desconcertadas.

Hace poco alguien me dijo:
el frío glaciar pasa de largo,
y qué buena noticia;
pasa de largo,
pasa de paso,
pasa y queda la huella de este termómetro ingrato
para acoger con más amor el calor de verano.

Desnudarnos, mostrarnos,
abrirnos de nuevo al sol.
Subir las persianas,
inaugurar las terrazas
dilatando las noches de luna en calma.

Otra estación, otro escalón,
y ni rastro de las musas,
ni sombra de los gigantes.

Ahora anochece y vuelvo a dejarme mecer
por el dulce sabor a café.

Primavera viento.
Pasa el tiempo y aún no nos hemos dejado caer.

jueves, 6 de octubre de 2011

Fuego

Araña el veneno de la tarde
las últimas nociones de infancia.
Sobrevivo, sucedo, respiro.
Crezco.

Espero sentada el final del día.
La muerte de otro jueves,
víspera de frío y otoño.
Amamantando un presagio de movimiento.

El silencio es la distancia entre dos nubes.
La mirada empeñada en el sur del cielo.
Brisa y luz azul, viento tramposo.

Hay que mudar la piel y olvidarse de todo.
Hay que empezar de nuevo.
Fugacidad en las rodillas

o un lastre engarzado a los pies.

Elijo acción. También el verbo.
Elijo el fuego.



domingo, 10 de julio de 2011

Un viaje extraño

Huele a café:

turno de noche.


El frío se cuela

en el silencio de la habitaciones.


El reloj retrasa las horas,

y a la vez da bostezos de aliento

al futuro.


Agujas disonantes

trepan por los brazos.

Líquidos innombrables

recorren los pasillos.


Segunda planta:

primera herida.

jueves, 26 de mayo de 2011

Vuelo raso


Vengo a descifrar
el movimiento de tus manos,
y todas las armas
apuntan a mi estómago.

Vengo a detener la lluvia,
a comprar abrazos.

Vengo a defender
la presunción de inocencia,
y a maldecir el sabor de tus actos.

Vengo a desnudar la vergüenza.
Vengo a secar el llanto.

Vengo a escarbar en las ruinas,
y tu presencia añade en mi piel
el tacto del asfalto.

Ya no caben más pecados
en un rezo.
La distancia se atropella
en los semáfaros.

Vértigo de nubes.
Vuelo raso.

jueves, 14 de abril de 2011


Tengo sucias las costillas.
Las manos se rompen,
no descansan, madrugan.

Los pies en el suelo.
La ropa abatida.

Las piedras del camino
impiden la huída.

Esta canción es un acúfeno:
realidad perdida.

Infiernos olvidados.
Martillos atrapados.

He terminado
y era solo un principio.

A veces la amnesia
es mucho mejor que el frío.

jueves, 31 de marzo de 2011

Obsolescencia programada


Somos lo que no seremos en el futuro.

Ventanas a punto de cerrarse.

Olvidos.

Burlas grotescas de la memoria.

Zancadas de huellas borradas.

Absurdos lapsus de paraísos.


Somos obsolescencia programada.


miércoles, 2 de marzo de 2011

Amor 77


"Y después de hacer todo lo que hacen, se levantan, se bañan, se entalcan, se perfuman, se peinan, se visten, y así progresivamente van volviendo a ser lo que no son."

Julio Cortázar.

sábado, 8 de enero de 2011

Cuarteles de Invierno


Estoy aquí y a la vez huyo.
Ajusto la mirada al paisaje,
la debilidad del sol es desmesuradamente hiriente.
La falta de luz me desgarra, la oscuridad me hace daño.

Trazo un ruta dentro de un plano;
los surcos sucios de los abrazos
y el calor de una lágrima
resbalando por las arrugas de la comisura
de los besos no dados.

Una pantalla enorme en el escaparate
me desdibuja el dolor de un tiempo pasado.
Es como un sueño malo, como un grito ahogado.

Centenares de insectos me pellizcan los hombros.
Corro, no sé dónde está el primer peldaño.
Y no hay por dónde empezar.
Aún estamos en la estación más fría del año.

El viento me salva.
La espera me espanta.
Soy el camino y soy la distancia.

miércoles, 8 de diciembre de 2010

Bostezo.


Miro hacia otro lado

porque no quiero saber lo que debo saber.


Rompo y esparzo cristales por el suelo

buscando la sangre;

y la rastreo encontrándome,

sintiéndome,

avergonzándome.


Espero ese abrazo feroz

que me rompa los huesos

y me saque de quicio.

Creo la transparencia

de los conductos de tu aire,

verbo absurdo, cuando el reloj nos ata y nos mata.

Todo lo que creemos será destruido.


Busco la manera de dar dignidad al silencio

y huyo del tumulto y del grito.

Me escondo en los árboles caídos

mientras me río del vértigo.


Y asciendo a las negras sombras

en la parte más fría de invierno.

martes, 2 de noviembre de 2010

Noviembre


Hoy no me siento atravesada la vida.


Tengo en el pecho el aire exacto

que necesita una pompa de jabón.


martes, 26 de octubre de 2010

Las manos se entornaban furiosas arrebatando cada lámina de sudor sobre el papel, recorrían con ansia pero sin prisa cada margen. Acariciaban las líneas aún sin sombras, sin nombres, sin delitos, aún carentes, de momento, de cualquier pálpito de vida. No encontraban personaje ni escenario, no sabían del comienzo ni del susto de los acontecimientos. Peleaban por una suerte mejor, por un trozo de estante en el que amparar su futuro. No sabían si acabar con amores trágicos o con sucesos sosegados. No intuían la tragedia o el significado de la palabra tregua. No temblaban ya (por suerte) pero tampoco vivían. No hay nada peor que no saber vaciar la angustia, no poder arrojar luz a la ansiedad, no atinar a echarla por los dedos o por la boca. Rezaban a cada rato por liberar a las musas, tan cobardes desde su silencio; tan valientes encontrando cobijo en otros renglones.

De vuelva a su asilo desamparado pierden la fuerza, y buscan sus bolsillos cautivas.

Las manos se entornan furiosas cada vez con menos ansia y con más prisa.

lunes, 18 de octubre de 2010

Otras noches

cuando las sombras andan descalzas

ni el amor enciende la noche


desprotegidos los cuerpos

deambulan insomnes bajo los rezos


no existe salida ni luz ni cielo

en los cajones del miedo


hielo en los pulmones

silencio en los huesos


los bordes de la cama asimétricos

las horas de reloj ardiendo

martes, 5 de octubre de 2010

Los charcos de octubre

Se me arruga la garganta con el presentimiento de las arañas.
En los días de lluvia no desaparece el dolor por completo.
Miedos y presagios se vuelven concéntricos.

Los signos de interrogación han cerrado con candado.
Los bostezos son señales de lunes y de cansancio.
Los párpados son pequeños pellizcos de los sueños.

Y se hace intermitente el trono de mi reino.

Es octubre y pasa todo esto.

martes, 28 de septiembre de 2010

Puntas de luna




Se ha detenido el viento. Cruje la noche.
Se va la vida y queda el silencio.
La cadencia de un murmullo solitario
rompe los sucesos.
Ceniza y humo,
y puntas de luna absolviendo al universo.
Ni un susurro cabe en el aire
cuando el hilván de los miedos cose los labios.
No vendrás a buscarme a este otro mundo
porque desde aquí la miseria huele a sal,
pero no como la de ese mar que se bañó en nuestro cuerpo.
Te contaré la tristeza con el calor de mis ojos.
Me verás en las manos el pánico del tiempo.
Mi pecho bombeará latidos como espejos.
Pero no me pidas la palabra; la boca.
No me pidas la saliva ni el eco del paladar.
No obtendrás el oleaje de mi lengua.
Lo siento. Ya no puedo hablar.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Transición

El mapa triste de agosto nos ha traído los últimos síntomas del verano. Hemos aprendido que el invierno ya es irremediable y los días témpano están a punto de alcanzarnos. La ropa guardada en cajas nos mira con ojos alegres y nosotros trataremos por todos los medios de alargar este agónico sol. Vamos a rezar por otro día más de brazos acariciando al sol y saltaremos de día en día sacándole la lengua a la torpeza de estas tormentas a deshora. Las lluvias inaugurarán otro lance de frío y no nos queda otra que ver las estaciones pasar. Los días cortos y las noches largas, tan tan largas. Tenemos toda la oscuridad por delante. Las terrazas arañan sus últimos latidos y las sandalias ya son presas del pánico. Transición de materias a la vista y cambio de tejidos al tacto.