jueves, 28 de enero de 2010

No era tan triste. No dolió tanto.
No era necesario el lamento y mucho menos las lágrimas.
Sobró el suspiro y ese llanto tan tonto de niña pequeña.
Fue absurdo el temblor de manos y el dolor de cabeza.
De verdad, no fue para tanto.
No era real esa manada animal que desvencijó el corazón.
El alma sólo es un cuento para rellenar líneas blancas de falsos poetas.
No. El drama fue un escaparate chistoso y caprichoso.
No era necesaria tanta desgana.
Ni tantas mañanas rezando por poder poner los pies en el suelo
y la mirada en el cristal.
Nada se coló por las arrugas del colchón,
ni las noches eran noches perdidas,
aunque todos los días parecían un mismo día sin sol.
Pero de verdad que no, no fue tan triste.

Ahora lo sé. Y ahora soy capaz de decirlo.

martes, 19 de enero de 2010


Resulta que hay partes de la tierra en que los edificios bailan cuando el viento sopla fuerte. Y no es nada nuevo, pero a veces el viento sopla demasiado fuerte. Es entonces cuando más se ven los dolores de las grietas de los que no tienen nada, y por las rendijas de la miseria se cuelan todos los canales de televisión. Parece ser que ese lugar no está demasiado lejos, apenas un viaje de avión, pero uno siente que aquel paraíso descendiente del infierno es ficción, parece imposible compartir siquiera la misma capa atmosférica, cúmulos o el mismo dios. Entonces estalla una tormenta de arena que te ciega los ojos pero te hace ver con total claridad, completa nitidez en los cristales de las gafas de lejos. Porque aquí, mientras perdemos un trozo de vida al quedarnos sin batería en el móvil; allí, sólo un abrazo vestido de rojo puede salvarte.
A veces no me siento habitante del mundo en que vivo.

jueves, 14 de enero de 2010

Dos in translation

Vamos al Libertad8 expectantes; espectáculo sugerente. Quique Y César "Dos in translation".

Las melodías nos sobrevuelan, las palabras nos atraviesan, las sonrisas nos crecen en la boca, y las canciones... ah! las canciones. Qué delicia de versos y de recuerdos.

Nos estremecemos, nos reímos, soñamos, cantamos, suspiramos y nos llenamos de esperanza los pulmones y las miradas.

Pero además hay una sorpresa, otra sorpresa: una maravillosa canción de Serrat. Nos la regala bajo la atenta mirada de sus propios miedos, nerviosismo por ser la primera del maestro Joan Manuel que anuncia su boca.

Pero todo acaba, y todo pasa. Y sólo hay recuerdos y sensaciones y sentidos y agradecimiento y... vídeos.

Volvemos a casa ."Y después tan mediocres otra vez".

lunes, 11 de enero de 2010

Ni siquiera este frío nos acerca,
ni la necesidad de refugio,
ni las huellas de color ámbar;

intermitentes.


Las lágrimas no limpian la sangre
y la llaga derrama una ilusión vana
para dejar a la piel
con caricias de asfalto,

-cuerpo a tierra-

del revés.


Avanzo a pesar de estas heridas abiertas,
heridas de pánico,
y cicatrices que no ves.

Mis palabras no son tristes, ni alegres.
Sólo están esperando.