Vengo a descifrar
el movimiento de tus manos,
y todas las armas
apuntan a mi estómago.
Vengo a detener la lluvia,
a comprar abrazos.
Vengo a defender
la presunción de inocencia,
y a maldecir el sabor de tus actos.
Vengo a desnudar la vergüenza.
Vengo a secar el llanto.
Vengo a escarbar en las ruinas,
y tu presencia añade en mi piel
el tacto del asfalto.
Ya no caben más pecados
en un rezo.
La distancia se atropella
en los semáfaros.
Vértigo de nubes.
Vuelo raso.