miércoles, 21 de enero de 2009

El Tren de los Sueños

Imagina un tren que te llevara donde tu imaginación llega. Un tren de colores, con mariposas y corazones. En cada vagón una vida por descubrir y un destino o un deseo, como tú quieras.
Ése es este tren; El Tren de los Sueños. Podrás viajar y conocer paisajes no inventados, cielos imposibles y playas de arenas extrañas.

Noa, mi niña dulce de cuatro años, lo ha inventado, y sólo le ha hecho falta un poquito de ayuda y unos rollos de papel higiénico. Noa siempre sonríe cuando jugamos, y siempre me escucha cuando la cuento cuentos y disfruta con cada cosa que hacemos. Y yo la quiero más que a lo que más se quiere.



En su primera parada ha elegido El polo Norte, su Polo Norte. Ojalá supiera ver cómo es, cómo está decorado en su mente. Puede que algún día me lo cuente. Y nos quedamos sentadas en el andén, soñando, mirando, riendo y buscando destinos.

Desde que sus papás la regalaron La Fontana de Trevi dentro de una de esas pequeñas bolitas en las que al darle la vuelta se vuelven locos unos copitos de nieve, quiere ir a Roma. Cerraremos los ojos y nos iremos a pedir deseos. Sólo hay que cruzar los dedos, cerrar los ojos y desearlo, con mucha fuerza para que el viento acompañe.

Y aquí estamos, sentadas en el andén, soñando lugares. Si quieres venir te invitamos al tren. ¿Te vienes?

martes, 13 de enero de 2009

Sssshhhh

Dejarse vencer por el sueño
y hacer, sin tinta ni papel,
una crónica febril.
No usar las manos,
dejar los huesos y los músculos
muertos
o cansados.
Dejarse vencer.
Echar el cierre al alma,
cerrar puertas, ventanas, párpados.
Y girar la mente,
dar vueltas al recuerdo;
quizá a los sueños que tuvimos,
quizá a los sueños que tendremos.
Inconsciencia.
Nada.
Sólo sueños.
Y dejarse vencer.
Contar hasta cuatro,
o sólo hasta tres.
Hacer repaso.
Y dejarse vencer.
Un color para abrir camino a la dejadez,
un sonido, un pequeño espasmo.
Un brizna de luz tras la cortina
buscando un rincón donde apagarse.
Calor y color bajo el edredón.
Abandonar el trabajo de las pupilas,
olvidarnos del mecanismo de las miradas.
Y dejarse vencer.



Ssssshhhhh... Buenas noches.

miércoles, 7 de enero de 2009

Pese a todo he sobrevivido a estas noches de luces y dulces, a estos días de abrazos obligados, de recuerdos no siempre bellos, de balances, de encuentros, de reencuentros, de dudas y simulacros.


Tratamos de ser felices por una noche, alegrarnos por todo y sin motivos, alargamos lo que podría ser pero no ha sido. Forzamos el alma.


Y pese a todo, al final, lo hemos conseguido.


Bienvenidos a otro nuevo año, un nuevo mundo.