martes, 14 de julio de 2009

Una vez un amigo me dijo: "la cosas nunca salen como uno quiere, por eso hay que tener preparados varios finales" y yo le dejé caer un café encima. (Siempre he sido rara a la hora de cuidar a mis amistades). No siempre sé cómo mirar; a veces me descentro y otras veces pongo la vista al frente y no hay quien me pare. Pero siempre me acompaña esa sensación de fragilidad, un mal presagio de derribo, un sueño es forma de ruinas.
Siempre temo lo peor, y hay nubes que son más espesas que la sangre. Hay un miedo que me agarrota las huellas y otro miedo que me sostiene.
Hay días en que las noticias nos arrastran por lugares infames, a olvidados mundos, a grietas irreparables en la tierra y vidas que intentan con uñas y dientes ser vidas. Pero hay otros días en que el periódico te despedaza, palabras y letras y fotos que son imposibles, pero no te queda otra cosa que terminar por creerlas. He querido decir a mi familia cuánto me ha dolido hoy el periódico y no he podido. Se me ha anudado una lágrima en la garganta, y hoy no sé cómo mirar, porque este final era imposible, no lo tenía nadie preparado.

martes, 7 de julio de 2009

ya no dolerá dejarse ver bajo la tormenta
me cruzará de lado a lado un rayo
partiéndome en dos su luz

no bastará haber mirado a los ojos del vicio
si las manos se desencajan en el ruido

agua que corroe pero cura
otro cielo
más grande
otro grito valiente

otro vuelo

qué más da que no me queden recuerdos
que no alcazase la cima
que se me rompan los labios

habrá que poner la vista al frente
llenarnos los párpados de lluvia
clamar al viento
y empezar de nuevo

ya no te espero