jueves, 20 de noviembre de 2008

lunes, 17 de noviembre de 2008

Olvidarme

El olvido está lleno de memoria.
Mario Benedetti.

Un solo fin: olvidarme de todo. Olvidarme de tener la vida sólo con verte, o de creerme grande sólo por mirarme. Olvidarme de sueños y de seguir esperando el sonido de tus llaves. Olvidarme de los latidos que traen el sonido de tus pies en los azulejos de la calle. Olvidarme de todo y de nada. Olvidarme de lo prometido; de lo no cumplido. Olvidarme del sudor y la saliva. Olvidarme de tener que poner cara al deseo y nombre a la piel. Olvidarme de los sentidos y de las raíces. De los silencios, de las burbujas y de los vaivenes. Olvidarme de ese segundo en que dije adiós a la vida, de ese minuto en que sentimos que se acabó. Olvidarme del final y olvidarme que hay posibilidad de volver a empezar. Olvidarme de las verdades como puños, de las manos como forma de amor. Olvidarme de los setimientos y de los presentimientos. Olvidarme de los recuerdos. Olvidarme de la fragilidad del tacto, de la dureza de la distancia. Olvidarme del arrebato y de la prisa; de la paciencia y de la calma. Olvidarme que la magia es un lapiz para trazar horizontes y el futuro un invento para apaciguar el dolor. Olvidarme de los vestidos que cubrieron los temblores. Olvidarme de la lluvia y del frío, de la risa, de los trenes. Olvidarme del viento y los andenes. Olvidarme de los escalones, los tropiezos, los finales. Olvidarme del ruido, de tiempo y del viento. Olvidarme de la vida. Olvidarme del eco. Olvidarme del olvido. Olvidarme del miedo.

lunes, 10 de noviembre de 2008

Queja (in)formal

Declaro que habiéndome personado el sábado 8 de noviembre de 2008 en la C/Libertad nº 8 del madrileño barrio de Chueca a las 21:45 horas (tarde, lo sé), y tras múltiples intentos fallidos de poder estacionar el vehículo que hasta allí me condujo, tanto en la vía pública como en parkin privado, no tuve más remedio que abandonar las inmediaciones arriba nombradas desistiendo de tal propósito y rompiendo la esperanza de ver un concierto esperado desde hace meses.

Sabiendo de antemano que, casi con certeza, en algún momento de aquella noche, y posiblemente coincidiendo con mis blasfemias, una nueva canción sobrevoló por esas vigas de madera, no tengo más remedio que presentar esta queja (in)formal y decir aquéllo que escuché una noche de los labios de Serrat: “¿Es o no es para cagarse en todo?”.

http://www.youtube.com/watch?v=TUvWewVO1tc

No siendo posible cuantificar los daños tampoco me atrevo a pedir compensación al respecto. Pero serán gratas todas las palabras, vídeos, fotos y demás pruebas en cualquier tipo de formato que pudieran describir los hechos de la noche de autos.

Madrid; a 10 de noviembre de 2008


miércoles, 5 de noviembre de 2008

Horizonte de sucesos

En muchos blogs ya hemos podido ver que el día 17 tenemos nuevo disco de Chaouen.
Por fin.

La noticia no pasa de largo casi por ningún lugar. Y hemos visto la portada ya en diversos lugares. Desconcertante, ¿verdad, Vanesa?

Yo, para celebrar el evento, y saliéndome por la tangente, elijo ésta otra foto.

¡¡Qúe sustito, mare!!





http://www.flickr.com/photos/elselenita/


Busco una palabra que impacte en tu oído,
letras que caigan rendidas a tus ojos
y que se estrelle en tu silencio el crujido
de cada vocal.
Pienso decirte que la mañana
es un pijama a rayas
que quiero compartir contigo,
que en la pared del sonido
he dibujado un sofá,
y que el desayuno
es un crucigrama con sabor a sal.
Te ofrezco la vida.
Te prometo la lluvia.
Te traeré los susurros.
Quiero tu bostezo a este lado del mar.
Voy a contarte hasta el final de los números.
Te ofrezco la marea.
Te prometo el delirio.
Te traeré el vendaval.