De un extraño ritmo de vida
nace la mañana.
Nos conduce hacia un día claro
empeñado en su comienzo.
No borramos nuestras huellas
por miedo a perdernos
y ese miedo es el que marca las pautas,
el que gasta fianzas
y trabaja duro rompiendo nuestros huesos.
No trato de planear una huida
sólo quiero sentirme un poco lejos,
pero al lado del latido del oleaje del suelo.
lunes, 17 de mayo de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
4 comentarios:
Qué bonito y qué cierto.
Brava!
Un abrazote
Quiero proponerte una cosita ¿dónde puedo escribirte más en intimidad? Creo que puede gustarte la idea, en fin... tú me dices... ok?
Por supuesto me encantó el poema...pero eso...ya lo sabes...
Besos
Encontrar oleaje en el suelo ya es un viaje en si mismo. Me ha encantado.
Mariapán, me puedes encontrar por aquí:
http://www.facebook.com/#!/yoli.vila
no te creas que no he tratado de encontrarte también por ese rincón, pero no te he visto.
Propón, propón!!
Besos a las tres!!
Publicar un comentario