miércoles, 1 de septiembre de 2010

Transición

El mapa triste de agosto nos ha traído los últimos síntomas del verano. Hemos aprendido que el invierno ya es irremediable y los días témpano están a punto de alcanzarnos. La ropa guardada en cajas nos mira con ojos alegres y nosotros trataremos por todos los medios de alargar este agónico sol. Vamos a rezar por otro día más de brazos acariciando al sol y saltaremos de día en día sacándole la lengua a la torpeza de estas tormentas a deshora. Las lluvias inaugurarán otro lance de frío y no nos queda otra que ver las estaciones pasar. Los días cortos y las noches largas, tan tan largas. Tenemos toda la oscuridad por delante. Las terrazas arañan sus últimos latidos y las sandalias ya son presas del pánico. Transición de materias a la vista y cambio de tejidos al tacto.

5 comentarios:

mariapán dijo...

Cómo se nota que no vives en el sur...jejejeje... Así que, cuando te asalte el invierno "invernal" te bajas para acá, que aquí en Sevilla, no quitamos las terrazas en todo el año...yeaaaaaaaaaaaah...

Buena cara al frío, que toca otra nueva aventura...

besos

acróbatas dijo...

Pues yo ya tengo ganas de otoño, muchas, y de acrobatear y de ponerme bufandas y guantes, de esperar un nuevo verano...

Besos,
Vanessa

Monica dijo...

Qué exagerada! Y el aire fresco de septiembre colándose entre los vestidos de tirantes? Eso no tiene precio!

Cómo han ido tus vacaciones en fascículos? Tenemos que contarnos, que no sé de ti desde... desde... desde... uf!

Un beso muy muy grande, con restos de sol y gotitas de lluvia!

mariapán dijo...

¿dónde estás? :-(

ILSA dijo...

Hola, chicas... Y ahora sí que sí, ya se acabó el verano!!

Y creo que ya sé dónde estoy, estoy en el otoño; peor, en los charcos del otoño (y esto me lo ha enseñado una AMIGA).

Besos!!!