martes, 5 de octubre de 2010

Los charcos de octubre

Se me arruga la garganta con el presentimiento de las arañas.
En los días de lluvia no desaparece el dolor por completo.
Miedos y presagios se vuelven concéntricos.

Los signos de interrogación han cerrado con candado.
Los bostezos son señales de lunes y de cansancio.
Los párpados son pequeños pellizcos de los sueños.

Y se hace intermitente el trono de mi reino.

Es octubre y pasa todo esto.

2 comentarios:

Monica dijo...

Desde el típico octubre en que el otoño se desvirtúa, te mando un beso muy grande y te pido por favor que no te arrugues! Tú que eres la gigante más gigante de los gigantes gigantes...

ILSA dijo...

Ni siquiera recordaba esa enormidad.
Y es cierto, Octubre me tiene como una pasa. Pero todo pasa, o eso espero.

(Ha salido mi vena Gloria Fuertes) Ojala yo fuera así de fuerte.

Aunque el beso me sirve, no creas.

Otro!!