miércoles, 24 de febrero de 2010


para no tropezar me invento otra ruta
disparo al aire y me echo a temblar

no hay otro cielo en el suelo que pisas
no hay más materia
que la saliva en tu boca
tu mano en mi espalda
y mi vida en tu globo ocular

empiezo de nuevo, pero nada es nuevo
intento llegar, pero no sé llegar

ya sé que no entiendes mi vida
y sí, duele, aunque no veas la herida

5 comentarios:

mariapán dijo...

...mira...dile al/la dueño/a del globo ocular que las heridas que no se ven son las que más duelen ¡por favor si eso lo saben hasta mis alumnos! jajajaja... y bueno, lo de "intentar" siempre es un punto a favor..., ¡agotemos alternativas amiga! Cuando el último cartucho esté en el suelo, usado... usemos la desesperación, mientras tanto, expresemos que las heridas duelen y que entienda quien pueda o... quien quiera entenderlo...

Un beso enorme desde este sitio vital que compartimos ¡gracias por las letras una vez más!

P.d: ¡¡ 32 !! como 32 soles mañaneros...jajajajja ¡uf... cómo habré llegado hasta aquí sin darme cuenta! en fin... besos

Marian dijo...

Ya tanto que duele, y tanto!

un abrazo guapa!

ILSA dijo...

Parece que la indolencia no visista este blog. ¿Acaso se peude vivir sin dolor?

Besos, como siempre, para las dos.

La Ayonlain dijo...

"Mi vida en tu globo ocular..."

Todas esas frases que pones aquí a quién se las robas porque tu de nunca has sido tan ingeniosa e inteligente, de nunca vaya...

ILSA dijo...

Ayon... sí soy ingeniosa... que hice galletas con polvo de luna... jooo. A que soy lista, a que sí???