sábado, 24 de abril de 2010

Desde arriba



Darse cuenta no es suficiente, cambiar el rumbo precisa otro esfuerzo. Existir no es lo mismo que resistir, ni mucho menos; pero ahí andamos. Manteniendo el tipo contra el viento, aguantando la mirada ante dragones furiosos y, como poco, templados. No hay que conceder ni medio milímetro a la duda, pero sólo el pensar que debemos estar alerta es una señal suficientemente clara de que algo anda mal.
Buscar otras lunas es maldecir a la noche. Lo que nos dice el cielo a veces es puro desorden, y el viento sigue sin parar. Estos últimos días las nubes me han enseñado las saludables propiedades de la hipnosis y me engancho al aire para poder ver desde arriba el cuento del revés. Puede que me equivoque, pero tiene que haber otro tipo de luz tras el silencio de este horizonte.

1 comentario:

mariapán dijo...

Y la hay ¡estoy segura! que de eso yo sé mucho...jejeje.
Aaaaaaaaay amiga... cambiar los rumbos es complicado ¿verdad? y la duda... la duda es mi presente; así que, cuando quieras, te enseño a convivir con ella, al final no siempre es mala compañera de viaje.
Muuuuuuuuuacccckkkkssss