jueves, 15 de abril de 2010

Días laborables

Me entristece salir a la calle y mirar y no ver más que cosas feas, o paredes sucias, o caras tristes, o paisajes de hormigón, cables eléctricos y humo. Los caminos no me llevan a ninguna parte, porque nada acaba donde quiero sino donde el reloj y el contrato-cárcel me dirigen. Yo no paseo. Rara vez miro al cielo. No soporto cruzarme con malos modales. Y me estorban enormemente los charcos de arena pisoteados, porque la lluvia está sucia cuando el madrugar me duele. Es inevitable, las aceras son horribles a las siete de la mañana, cuando mis pies se arrastran hacia otro día igual que el de ayer. No encuentro nada que me despierte o me haga mover la boca en forma de cosquilla. Nada me espera al otro lado, todo va ser lo mismo. Y repito cada día, y espero a que la semana se agote mientras sueño con la libertad del quinto día por la tarde. Y vuelo de reojo, buscando otro trozo de carne que tenga la tristeza que conozco, pero nada. No encuentro nada. Ni una señal de vida humana para mis manos heladas, ni un roce de miradas para estas pestañas que pesan y hieren las ojeras haciendo surcos para las lágrimas. Dentro de poco será peor, porque el verano traerá a un agosto cansado con ganas de más libertad, y costará subir la cuesta hasta llegar al mes de las mañanas sin despertador. Pero sólo por eso lo volveré a intentar mañana, por eso y por ver si por fin encuentro esa otra lágrima buscando miradas.

3 comentarios:

mariapán dijo...

Sugerencia de soñadora a soñadora...

Yo, por las mañanas, me invento algo: un día un paseo, otro una mirada, voy al trabajo por un camino más largo pero con un río a la izquierda, hago especial a alguien que no lo era antes o me invento que la lluvia son señales que me manda mi amiga Pepa desde Italia...

No sé... es sólo una sugerencia, pero...hacer mágicas las mañanas es cuestión sencilla, al fin y al cabo, casi todo nos lo inventamos y acaba haciéndose realidad...

¡eres maravillosa! espero que lo sepas...

acróbatas dijo...

De ahí la importancia de la reinvención, esa que estoy intentando todos los días, aunque cueste más que nada en el mundo. La importancia de mirar al cielo, la importancia de mover la boca en forma de cosquilla...

Un beso grande,
Vanessa

ILSA dijo...

Mariapán; no creo que nadie nunca me haya dado consejos tan bellos, pero a veces buscar un río se hace tremendamente complicado; otras veces es la mar de sencillo, pero en los días malos...
Siempre con tus palabras tan bonitas, tan tan bonitas con ese calor, ellas me hacen ver la lluvia en forma de señales. Gracias una vez más!!

Vanessa, pasa que cuando una tiene que reinventarse es que las cosas no van demasiado bien, y eso es lo que más me entristece. Y lo peor de lo peor es que cueste tanto cada mañana. Brindo contigo por que vengan tiempos mejores!!