miércoles, 5 de noviembre de 2008


Busco una palabra que impacte en tu oído,
letras que caigan rendidas a tus ojos
y que se estrelle en tu silencio el crujido
de cada vocal.
Pienso decirte que la mañana
es un pijama a rayas
que quiero compartir contigo,
que en la pared del sonido
he dibujado un sofá,
y que el desayuno
es un crucigrama con sabor a sal.
Te ofrezco la vida.
Te prometo la lluvia.
Te traeré los susurros.
Quiero tu bostezo a este lado del mar.
Voy a contarte hasta el final de los números.
Te ofrezco la marea.
Te prometo el delirio.
Te traeré el vendaval.

3 comentarios:

Ignacio findela1aparte dijo...

Me parece que ese vendabal se ha llevado todas mis palabras. Me ha encantado, pero ahora... tendré que salir con este frío a buscarlas, suerte que guardé un sombrero donde recogerlas.

Libertad dijo...

¿¿¿"Pienso decirte que la mañana es un pijama a rayas que quiero compartir contigo"???


Qué inusual

Pues nada, no sé qué decirte, me ha encantado.

Anónimo dijo...

Lein, y una botella donde guardarlas. Una caricia para cada palabra. Y siempre que haya "otra mujer" habrá otra palabra. Nadie es perfecto.

Libertad, a veces decimos que no sabemos qué decir, pero incluso así decimos algo. Porque al final "la boca es una peonza lanzada al vacío..."

¿Vendréis incluso cuando no me queden palabras?