martes, 2 de marzo de 2010

Qué miedo que el sol no nos despierte, qué cierta la noche con su tiempo pausado y su promesa de luz, pero a lo lejos. Es desquiciante y a la vez tranquilizador ese silencio de la araña trepando, lenta, por la pared blanca, dejando un surco imposible a la vista que nos recuerda la falta de quietud de las horas sin luz. Porque la noche es estrella y cielo y guerra, pero sólo a veces. La oscura pasión con la que avanza, miserable la memoria, por rincones que debieran ser olvidados. Y las lentas agujas del reloj en la niebla martilleando a conciencia el sueño que llega cuando parece que aún estamos despiertos pero empezamos a entran sin darnos cuenta por la tela tejida de la araña. Y la sombra se hace grande y me envuelve y me empapa de miedo cuando la noria decide parar el lo más alto en plena tormenta. Hay sueños tan reales que deberíamos pagar por ellos, y pesadillas tan atroces como dientes arrancados de cuajo. No quiero el riesgo de la caída sin red cuando mi cuerpo quieto y reposado no espera el vértigo sino la paz. Imagino una mano fuerte y caliente y la guardo bajo la almohada, no quiero caer. Quiero amarrarme a la cama, coserme a ella, cada parte, cada trozo de cuerpo, y mantenerme inerte por un rato, sólo un rato. Después, despiértame.

6 comentarios:

Marian dijo...

A veces me da miedo leerte porque es como leerme, como leer lo que pienso y no escribo.

Cada día escribes mejor y mejor.

No sabría con qué frase quedarme.

Un besote!!

Mónica dijo...

Yo me quedo con las manos calientes, aunque no sean frases. Y no me importaría nada que la noria parara de una vez. Y mantenerme inerte, por ejemplo entre tus letras, y comprobar por fin si aún respiro. Ay ILSA, cada vez cantas mejor...

Un beso acelerado, pero igualmente enorme!

PS. No saldrán nunca a la venta las entradas?

Anónimo dijo...

A mi también me gustaría amarrarme a la cama cada mañana. Cada vez cuestan más lo días. Un beso. AdiosTristeza

mariapán dijo...

¡Qué bello Ilsa! me encantó... (ummm pero eso no es raro ¿verdad?).

Yo siento lo contrario:

... Átame a la cama,
después,
hazme dormir...

En fin, buenas letras para este domingo de sol inventado.

Un beso grande ¡¡ guapa !!

ILSA dijo...

Marian, con qué buenos ojos me ves y me lees, qué ojos iban a ser si no los tuyos; ojos aguamar.

Mónica, debe ser que respirar porque a mí llega tu aliento, hasta aquí llega, te lo prometo; como llegarán esas esperadas entradas, ya verás.

AT, ¡¡ni te imaginas la ilusión que me hace verte por aquí!! Sigue en pie esa cena en La casa de los colores.

Mariapán, pero ése atarse a la cama es otro cantar, bien lejos de este coserse. ¿verdad?

Besos!! que espero os lleguen tan grandes como los mando.

Anónimo dijo...

Por supuesto Ilsa, no hay nada mejor que el color para comer. Un beso. Adios Tristeza